A caballo regalado… ¡no le mires el dentado!

¿Cuánta verdad esconde esta frase famosa?

 

La frase famosa 'A caballo regalado no le mires el dentado' es muy acertada! Además de la parte de “moraleja”, también hace referencia a la dentadura de los caballos, ¿por qué? Pues porque a partir de la dentadura se puede hacer una aproximación de la edad real del caballo. En realidad la dentadura, es una “medida” un poco original del estado de salud general de una animal. En la época de la esclavitud humana, una de las cosas que se tenían en cuenta a la hora de comprar un esclavo era la dentadura. No sólo porque da una idea de la edad, sino porque es como una especie de garantía, cuanto mejor sea una boca/dentadura, mejor se podrá alimentar el animal/persona por lo que debería gozar de mejor salud. Este mismo principio se puede aplicar a día de hoy con muchos de nuestros animales de compañía.

¿Por qué dentista de caballos y no de perros o gatos?

 

Las piezas dentales (incisivos y muelas) de los caballos - como animales herbívoros - están diseñadas para trabajar entre 14 y 18 horas al día masticando hierba y alimentos fibrosos. Este tipo trabajo masticatorio comporta un desgaste (mayor que en el caso de los omnívoros y carnívoros) que la evolución solucionó con piezas hipsodontes. Las piezas dentales hipsodontes erupcionan (no crecen) durante toda la vida del animal, compensando el desgaste al que son sometidas. El problema aparece cuando, por razones obvias, no podemos tener a nuestros caballos pastando todas estas horas, ya sea por falta de pasto, de tiempo o ambas. Entonces es cuando el sistema de desgaste-erupción se descompensa y pueden aparecer problemas.

¿Qué problemas pueden tener los caballos en la boca o con sus dientes?

Ahora que ya sabemos por qué aparecen los problemas - cuando el sistema de desgaste - erupción de los dientes del caballo se descompensa - vamos a ver cuáles pueden ser:

 

Sobrecrecimiento de los incisivos con afectación de la articulación temporo-mandibular (ATM):

 

Es un problema muy común. Los incisivos son tan largos que impiden que las muelas choquen unas contra otras, por lo que el caballo no puede masticar con naturalidad. Para masticar lleva a cabo una lateralización excesiva de la mandíbula sobre el maxilar que afecta directamente a la ATM provocando dolor.

 

Signos y síntomas del sobrecrecimiento de los incisivos:

 

-lateralización excesiva de la mandíbula al masticar y dolor ATM

-caída del pienso de la boca (quidding)

-presencia de grano entero en excrementos

-problemas para poner y sacar cabezadas y bridas

-pérdida de peso

-conductas anormales (estereotipias) como aerofagia (tragar aire), morder cuadra y barrotes (cribbing), comer madera, …

 

Desequilibrios de las tablas molares del caballo:

 

Llas 24 muelas que tiene un caballo se encuentran dispuestas en filas de 6 y trabajan en oposición inferiores - superiores. Aunque el movimiento masticatorio es en varias direcciones, hay una fuerte componente vertical que genera grandes presiones, sobretodo en la zona caudal. La presión ejercida por parte de las piezas mandibulares sobre las maxilares sumado a variaciones genéticas y ambientales de cada individuo hace que, muy frecuentemente, algunas piezas sean “mas fuertes” que sus contrarias. En estas situaciones, la muela “fuerte” va desgastando más de lo normal a la pieza “menos fuerte”, por lo que empieza una especie de círculo vicioso entre muelas: la muela más “fuerte” machaca la más débil y la desgasta más por lo que cada vez será “más débil” y la fuerte cada vez mas fuerte. En casos graves el sobrecrecimiento de la “muela fuerte” puede romper su contraria, desgastarla hasta la raíz, presionar y deformar el hueso y hasta perforarlo!

 

También pueden darse ganchos, rampas y diferentes tipos de alteraciones de la tabla molar.

 

Signos y síntomas:

 

-pérdida de peso

-presencia de grano entero en excrementos

-problemas con embocadura o filete

-mal rendimiento deportivo

-halitosis (mal aliento) debido a la acumulación de comida

-movimientos anómalos al masticar

-dolor en la ATM

-salivación excesiva

-estereotipias

          

Presencia de diente de lobo en los caballos:

 

Los dientes de lobo son piezas vestigiales que algunos caballos tienen y otros no. Se trata del primer pre-molar, aparece craneal al segundo premolar (la primera pieza molar que vemos), suele medir unos 2cm y no tiene función conocida. Este pequeño “dientecito” da muchos problemas a la hora de montar con filete/embocadura ya que se encuentra en el lugar conocido como “bit seat” o asiento de bocado. Con la presión del filete, la cara interna de la mejilla se desliza sobre el asiento de bocado que no debería presentar resistencia al deslizamiento. Cuando hay dientes de lobo, dicha presión va a parar sobre esta pequeña pieza inútil soportada únicamente por la encia, cosa que resulta dolorosa/incómoda para el caballo.

 

Signos y síntomas del diente de lobo son sobretodo relacionados con la monta  con filete/bocado:

 

-sacudidas de cabeza

-reticencia a aceptar la presión, la reunión, la incurbación y/o girar

 

¿Y las famosas “puntas”?

 

Las “puntas” son el borde afilado de las piezas molares. Para resistir el desgaste, además de la erupción continua, las muelas tienen una estructura con dobleces y capas de distintos materiales con diferentes resistencias. Esta organización genera dos extremos afilados en cada muela que pueden lesionar la mucosa oral de los caballos. Conviene limarlas con regularidad, desde la primera hasta la última - que queda más o menos a la altura del ojo del caballo.